HEMISFERIO IZQUIERDO
El hemisferio izquierdo compite o coopera con el derecho y se desarrolla según factores innatos y otros adquiridos en la educación y en el entrenamiento.
En el cerebro humano, el hemisferio izquierdo se ocupa de la aritmética, la lógica y el habla, atiende a las entidades discretas. El cerebro analógico es el derecho, se conecta con entidades de variación continua, como la imagen, donde interviene la semejanza con la cosa. El hemisferio izquierdo es digital, su código es la palabra, y la palabra no se parece a la cosa, la relación es arbitraria.
El hemisferio izquierdo usa palabras, como casa, la relación es indirecta . La información circula de un hemisferio al otro mediante un manojo de fibras nerviosas denominadas cuerpo calloso. El hemisferio derecho captura la semejanza, la imagen de mi casa se parece a mi casa.
Con el tiempo, uno de los hemisferios se torna dominante. En nuestra cultura predomina el hemisferio izquierdo y sus derivados: la lógica y el cálculo. Esta situación se observa en el lenguaje : andar por izquierda es algo malo, y justamente el hemisferio derecho controla la parte izquierda del cuerpo, así como el izquierdo dirige la derecha, y andar por derecha es lo correcto.
El hemisferio derecho se conecta con lo real sensible, con el movimiento, y con el tacto. Uniendo las fortalezas de ambos hemisferios, aumentamos nuestra capacidad. Veamos un ejemplo donde no existe la cooperación sino rivalidad. No lea la palabra, repita el color:
NEGRO ROJO VERDE AZUL MARRÓN ROJO VERDE
En este caso los hemisferios compiten. Mientras el hemisferio izquierdo quiere leer la palabra, el hemisferio derecho se concentra en el color. El hemisferio izquierdo es lógico, procesa secuencial y linealmente, forma el todo a partir de las partes, se ocupa de analizar los detalles, piensa en palabras y en números. El hemisferio derecho es holístico, procesa globalmente, va del todo a las partes, es intuitivo, piensa en imágenes. Cuando seleccionamos información lo hacemos en función de nuestro interés, pPero también influye el sistema de representación. Las personas visuales perciben imágenes, los auditivos: voces y sonidos, los kinestésicos sensaciones. La mayoría de la gente representa de manera diferente. Los sistemas de representación no son neutrales, ni buenos ni malos en sí mismos, pero más o menos eficaces según el objetivo al que se aplican. Cuando la tarea es un todo, el hemisferio derecho, aprecia el conjunto, como en el reconocimiento de caras. Este tipo de tareas no demanda mucho esfuerzo, nuestro hemisferio derecho es rápido. Cuando la tarea es compleja, el hemisferio izquierdo la asume, ya que su especialidad es el análisis, como cuando describimos las características de un rostro. En este caso se ocupa el hemisferio izquierdo, que además comunica verbalmente, lo que implica su poder de abstracción. El hemisferio izquierdo es "lento pero seguro". Normalmente, los hemisferios comparten su información, y, aunque en tareas específicas utilizamos uno, el otro siempre se entera. Cuando no somos capaces de planificar y debemos analizar en poco tiempo, el hemisferio izquierdo se da cuenta, que su compañero derecho es rápido pero impreciso.
Cuando somos pequeños, la educación tiene en cuenta la potencialidad de la inteligencia no verbal, con ejercicios gestuales, de canto, dibujo, marchas y bailes, juegos de mimo, trabajos manuales. Este programa refuerza el aprendizaje inconsciente y experiencias que el niño ha iniciado desde la cuna. De repente, en la escuela secundaria, la educación se vuelve abstracta e intelectual y apela a la inteligencia verbal, al concepto y se remite sólo a los modos de expresión característicos de la lengua. Entonces se produce la ruptura, y quienes no se adaptan al nuevo sistema se convierten en «malos alumnos». Esto no quiere decir que sean menos inteligentes, ya que la literatura y la vida abundan en ejemplos de "malos alumnos" que brillan por su imaginación y su creatividad. Usted puede resolver este acertijo: "Es posible legalmente que una persona se case con la hermana de su viuda", usando su hemisferio izquierdo. Entonces adoptará la vía del razonamiento lógico y llegará de premisas a conclusiones. Por ejemplo dirá: La persona está muerta. En consecuencia no puede casarse. Pero si usa su hemisferio derecho imaginará la tumba de la persona y a su viuda llorando y derivará la misma conclusión. Por lo visto, tenemos dos modos complementarios de conocer y pensar, cómo si tuviésemos dos cerebros. La gimnasia mental neuróbica es la metodología para entrenar ambos hemisferios cerebrales en sus funciones y en la sinergia positiva que logran, cuando aprenden a trabajar como un equipo.
El Dr. Horacio Krell lo invita a una conferencia sobre este tema en info@ilvem.com.ar.
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